* Por Eugenio Benavente
Es clara evidencia lo que el covid-19 ha golpeado al sector turismo en el mundo y esto lo vemos y leemos a diario en los medios de comunicación. Aviones que están y permanecen en tierra, barcos cruceros en los puertos, buses y transporte de turismo parados, es la radiografía que tenemos de la realidad actual.
Por otro lado, los empleos no se escapan de esta debacle ya que la cantidad de personas que se quedaron sin trabajo relacionado directa o indirectamente al turismo, hoy suman cifras con más de ocho ceros a relación de un millón de pérdidas laborales por día en los últimos meses.
Si acercamos la realidad a nuestro país, podemos decir que de los más menos seiscientos mil empleos directos del sector turismo, hoy sólo conservan su puesto ( incluyendo personas con acuerdos del 50% o permiso sin goce de sueldos) el 50% llegando a la cifra más critica que Chile ha tenido en su historia, considerando terremotos y otros fenómenos asociados a temas que impsibilitaron el ejercicio de la actividad.
Una pregunta que me hace sentido y me gustaría compartir: el turismo hoy, es lo que se pensaba antes…?
Bueno, creo que si miramos el vaso medio lleno de lo que está sucediendo hoy, podremos presagiar un futuro con un turismo mucho más inmerso y conectado a la cadena de servicios que aportan más al PIB del país mirado como sector económico y no actividad de ocio, donde los ganadores van a ser los destinos que pasen de una planificación territorial, a un “ desarrollo territorial “.
Los protocolos son el punto de partida de la incorporación de estándares básicos en las empresas que conlleva a una muy buena práctica si los dueños o administradores de los establecimientos logran dejar estipulados procedimientos que aseguren un resultado en sus clientes y sus trabajadores en el tiempo; es por lo que yo separaría los protocolos en dos mundos:
Protocolos de seguridad, (obligación hoy con el covid-19), el objetivo es crear una práctica mínima de comportamiento y acciones, que alejen la posibilidad de contagio durante el servicio, donde el cliente va a actuar como el fiscalizador principal.
Protocolo de calidad, ( oportunidad mañana) es lo mismo que el anterior, pero en este caso es lograr establecer acciones que agreguen valor a la empresa por medio de procedimientos internos que aseguren que el servicio cumpla con un mínimo de calidad “siempre” sin importar quién lo esté entregando, donde el cliente va a decidir volver a contratar el servicio buscando ese margen diferenciador.
En ambos casos, el turismo formal va a ser el ganador en este match, dado que el cliente sin lugar a dudas eligirá establecimientos y servicios en que esté dispuesto un ente fiscalizador que asegure una base de seguridad. Si esto lo llevamos a un protocolo de calidad, entonces sería un Sernatur el que podría establecer criterios básicos, bajo una figura de sello, asegurando de alguna forma los servicios ofrecidos.
Por otro lado y es mi obligación mencionarlo, la recuperación del turismo va a ser lenta, pero posible, que es bastante tranquilizador. El turismo ha dejado de ser un lujo pasando a convertirse en un bien de consumo, donde todo el mundo de alguna forma lo practica, dependiendo de las condiciones económicas y las facilidades de crédito que los prestadores de servicios entreguen, que por lo demás hoy son muy accesibles.
Finalmente el gobierno de turno y los legisladores están entendiendo el aporte del turismo y el crecimiento del mismo a la economía del país. Por ejemplo, la idea de incorporar más feriados al 2021 que generen mayores ingreos al sector, ayudando a la reactivación y la permanencia de las empresas en el tiempo, es una muy buena señal, junto con la propuesta hacia los bancos de la prórroga de créditos, y el cobro de estos en meses de bonanza y no entemporada baja.
Un gran abrazo para todos, y mucho ánimo.
*Eugenio Benavente es presidente de la Cámara Turismo.
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