Junín, la pequeña localidad cordillerana, tiene en la celebración anual del Puestero el evento de tradiciones gauchas más importante de la patagonia argentina. Hay muchas cosas para observar y también que aprender para los puconinos.
Por Rodrigo Vergara, enviado especial.
Junín es un pueblo pequeño, pero tiene una fiesta grande. Pero no es cualquier celebración, sino una que preparan durante un año y que resalta lo más puro de las tradiciones del hombre de campo argentino, del gaucho. Es un evento preparado en época de vacaciones; pero —en el fondo— no es una actividad para los visitantes. Es una fiesta para ellos mismos. Por eso se ve que la disfrutan, la viven y la sienten propia. Eso hace a la Fiesta del Puestero tan particular e imperdible para los turistas que están en la zona; pero es inmensamente más valorada por los mismos gauchos y campesinos: los puesteros. En definitiva, es auténtica y muy lejos de la insufrible superficialidad y maqueteo que generalmente acostumbran las producciones que llegan al querido Pucón.
Rubén Bastías (51), presidente del Centro Tradicional Huliche (organizadores del evento), cuenta que la fiesta partió a fines de los ‘80 como la iniciativa de los trabajadores (puesteros, pues se establecían en un “puesto” en la pampa para el cuidado de los animales) de la estancia Coyunco, una de las más grandes de la zona rural de Junín (100 mil hectáreas aproximadamente). La idea era juntarse una vez al año para divertirse y hacer las cosas que se hacen en la estancia. “Cuentan muchos que así surgió, porque como todo hay varias versiones, pero lo más cercano a la realidad es que hubo un grupo de puesteros que se acercaron para ordenar esta actividad”, relata.
Según Bastías, la fiesta busca transmitir los valores que definen al campesino argentino: “Esto lo que hace es reivindicar aquella vieja tradición y usanza del hombre de campo: una vestimenta y una forma de conducirse en la vida, con responsabilidad, seriedad, porque él (el puestero) era el responsable del predio que no era de su propiedad. Es el responsable de una gran extensión territorial y eso tiene que hacerlo con responsabilidad, honestidad, transparencia y serio en lo que se hace. Y un poco eso es lo que se pretende sostener acá en la fiesta”.
Ciudad paralizada
Junín de los Andes es un lugar de no más de 13 mil habitantes. Pero, según la estadística de la organización, el número de personas se cuadruplica durante los cinco días del evento. Los hoteles llenos, el comercio a tope y la gran mayoría, de alguna forma u otra, cambia su rutina diaria por el evento. “La ciudad se paraliza”, dice Bastías, quien agrega: “La ciudad se reproduce y se magnifica porque los hoteles se llenan, los restaurantes se llenan, las cabañas se llenan. La gente alquila el patio de las casas para colocar una carpa. Esto dinamiza la economía del pueblo. Es el único evento del pueblo que dinamiza de verdad la economía del pueblo”.
De acuerdo a las cifras que manejan los organizadores, son cerca de 50 mil personas que llegan hasta el predio ubicado al ingreso de la ciudad —en que se realiza la actividad— durante los cinco días. En el lugar, la gente puede apreciar las actividades de los gauchos que van desde maniatar becerros para marcarlos, sacarle leche a vacas ariscas o montar caballos que no están amansados (jineteadas). Estas últimas son las más atractivas entre estas actividades, porque además de la destreza de los hombres sobre el animal, la emoción y el suspenso dado por la cuota de peligro, lo hacen adrenalínicamente adictivo.
Pero el Puestero no es solo eso. También hay comida típica, en la que los asados de vacuno (con cuero y todo) y cordero son los más apetecidos. Un dato: asar una vaca completa en un fogón toma aproximadamente 12 horas y se ocupa un kilo de sal para 140 porciones aproximadamente. Del sabor, ni hablar. Solo hay que degustar el manjar criollo argentino por excelencia.
Pero no es lo único, el evento también contempla una nutrida parrilla musical con artistas de música folclórica y tradicional trasandina. La mayoría de ellos regionales, pero también nacionales. La fiesta, en la noche, lucha con las temperaturas que bajan a raíz del viento patagónico; pero la gente lo soporta con sus ponchos típicos y bailes, ya que no es necesario mucho estímulo para armar improvisadas pistas bajo el escenario principal.
¿Y la reina? Bueno, siempre tiene que haber una reina. Pero acá pareciera no se valora el traje de baño, la ropa sensual o los maquillajes recargados. Simplemente, la ropa típica, la simpatía y la candidez de las chicas que participan. La que gana recibe la denominación de “La flor del pago”. Algo así como la más agraciada del lugar. La organización le entrega una suma en pesos argentinos, un poncho y una boina. Además de ser la representante, junto a las tres “buenas mozas” (así las denominan) que la acompañan, durante un año completo de las actividades de promoción de la fiesta. La noche del sábado le tocó entregar el cetro a Sabrina Saravia de 15 años; a Brisa Alelí Figueroa dos años mayor, quien la sucederá en el reinado en 2020.
Con todo, la Fiesta del Puestero es un atractivo algo escondido para los chilenos; pero este año se vio a varios puconinos caminar entre la gente, degustar las comidas típicas y disfrutar las jineteadas. De verdad, vale la pena cruzar la cordillera (pese a la alta demanda y demora en la aduana argentina) y dejarse caer en el predio principal del evento. Vale la pena disfrutarlo; pero también vale la pena aprender.
Los inicios
La Fiesta del Puestero nació en 1987, por lo que esta es la versión 32 del evento que se ha convertido en la mayor demostración criolla de la patagonia argentina.
Cultura mapuche
La cultura mapuche está amalgamada con la de los gauchos, por lo que es común ver a varias comunidades originarias participar del tradicional desfile a caballo del último día.
Más de 40 mil personas han disfrutado de los shows desde que partieron en enero. La idea, según el gerente de la empresa, es darle contenido de calidad a Pucón y así elevar la oferta del destino.
Probablemente fue la novedad del verano. Todo, luego de una claustrofóbica pandemia. Se trata de los shows veraniegos que Enjoy presentó en el Gran Hotel Pucón. Y claro los nombres de humoristas o standaperos (como se les dice ahora) de la talla de Felipe Avello, Bombo Fica o el incombustible Coco Legrand o cantantes como los españoles de Amistades Peligrosas o Ella Baila Sola hicieron que, muchas veces, el salón Ballroom (con capacidad para mil personas) del cinco estrellas se viera estrecho por la alta demanda. En total más de 13 mil personas pasaron por el amplio salón del hotel y si se cuenta quienes estuvieron en el casino, el número total sobrepasa las 40 mil personas que han disfrutado de los shows desde que partieron en enero.
Gonzalo Grob, gerente general de Enjoy Pucón, apunta a que esto es parte de la estrategia de la compañía para darle un contenido sólido al destino y hacer de Pucón un lugar más atractivo aún para visitantes y, también, para la comunidad local. Por cierto califica como “la mejor de la historia” la parrilla de shows presentados esta temporada. “Es la mejor cartelera que hemos tenido en la historia de Enjoy, incluyendo la época más antigua cuando había menos competencia. Quizás la diferencia con esa época es que en esos tiempos hubo, tal vez, eventos más internacionales como la presentación de Fito Páez. Eso, hoy en día, es mucho más complicado porque si no los tomas en tour es, prácticamente, inmanejable”, dice Grob, quien agrega: “Este año con la inauguración del casino y la remodelación del hotel y saliendo de la pandemia; nos propusimos hacer una especie de festival de shows y eventos durante todo el verano a nivel nacional y no solo aquí en Pucón”.
Según el ejecutivo, la idea en Pucón era tener eventos importantes casi todos los días y los dividimos en shows grandes en el ballroom (hotel) y los que son gratis en la sala de juegos: “Y ambos tenían invitados bien potentes. No solo los del ballroom, sino que los del casino también”.
La idea, según cuenta Grob, es poder proyectar la presentación de artistas importantes durante la temporada baja de acuerdo a la demanda. Es decir, es probable que en fechas importantes, la empresa pueda sumar números de renombre. Por cierto, el modelo será replicado en la próxima temporada de verano de 2024. “Esto estuvo súper bueno por el flujo que generaba y, además, nosotros nos sentimos súper orgullosos de que Pucón suene con fuerza gracias a que nosotros aportamos este granito de arena para darle un contenido que si no es por Enjoy no se generaría y eso tiene para nosotros un valor importante. Por lo tanto, la idea es mantenerlo en las futuras temporadas altas. De todas maneras ”, asegura el gerente.
Grob también valora la recepción que el público local ha tenido de la cartelera: “Hay mucha opinión positiva y alegría de que se estén haciendo shows potentes y que se puedan ver en Pucón. Eso ha sido extraordinario”.
Mis amigos del Patacón me dijeron que tenía que probar un “sánguche ganador”. “¿Cómo ganador?”, pregunté. “Ganador en un concurso de sánguches”, respondieron. El punto es que ellos tienen en su carta una preparación tradicional en pan de marraqueta recién horneado que viene, entre otras cosas, con pastelera de choclo. Y había que intentar ir por él.
Y ahí estaba yo. Sentado en el agradable comedor del local. Decorado todo muy a mi gusto con papel de diario. Específicamente de El Mercurio, periódico donde me tocó trabajar (a todo orgullo). Una coca zero para acompañar (era temprano para una cerveza negra artesanal como me gusta). Frente a mí, el famoso sánguche La Farra. En resumen, además de la marraqueta horneada en el mismo lugar y la sabrosa pastelera de choclo, había una exquisita mechada, cebolla caramelizada al whisky y tomate. Todo coronado con unos huevos duros. Se veía grande, quizás demasiado para mi estómago mediano; pero muy bien. Tal como en las fotos de su publicidad y coronación en el concurso.
Ahora venía lo otro. Degustarlo. Había que hacerlo lento. La idea no era abutagarse de una. Pero el sabor, de verdad, era muy agradable. Un sánguche no es algo simple de preparar o combinar. Parece fácil. Poner cosas entre dos panes y listo. Pero no es así. cada preparación de autor (como las del Patacón) requieren meses de prueba y error hasta llegar al sabor justo. ¿Cómo lo sé? La historia familiar de restauranteros me respalda. Aunque ya no me dedico a eso, queda el saber valorar una buena comida y disfrutar de un lugar agradable para valorarla tranquilo. Y en el Patacón puedo, definitivamente, combinar ambas.
Ahora, de verdad que La Farra cumplió y respondió a su fama. No lo pude comer todo (era demasiado grande); pero me lo llevé y en la noche mantenía su sabor, aunque estuviese recalentado. Les cuento que este sánguche obtuvo el trofeo como el mejor evaluado en regiones en el concurso organizado por “The Top Chile”. Participaron 50 sangucherías de todo el país y varias de ellas propusieron más de una preparación. En total eran cerca de 90 productos que se evaluaban en regiones y Santiago. La Farra se quedó como el de mejor evaluación en regiones. La verdad es que el premio estaba más que merecido. Volveré por él.
Datos técnicos
Patacón está ubicado en está ubicado en Gerónimo de Alderete #447.
El elenco planea llegar a Pucón la noche de este miércoles.
El Ballet Folclórico de Pucón (Bafpu) puso fin a su gira de seis semanas por Europa con un “broche de oro”. Esto, porque la agrupación local fue premiada como mejor coreografía (baile Rapa Nui) en la versión número 23 del Festival de Büyüçekme en Estambul, Turquía. En el evento participaron cerca de 30 países y es uno de los más grandes del mundo en su tipo.
El Bafpu inició su gira a fines de Junio y partieron en Polonia, país donde se presentaron en tres festivales. Luego de ellos enfilaron a Macedonia y terminaron en Turquía. Todo esto en el contexto de celebraciones y eventos del verano europeo respaldado por el Consejo de Organizaciones de Festivales de Folclore y de las Artes Tradicionales (CIOFF, por su sigla en inglés). Este organismo es colaborador de la Unesco.
El grupo de casi treinta personas entre músicos, cantantes y bailarines planea salir de Estambul este martes nueve de agosto a eso de las nueve de la mañana hora local para llegar a Santiago al día siguiente. De ahí en un bus hasta Pucón donde serán recibidos por los padres y apoderados.
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