*Por Sebastián Álvarez Ramírez
Llegó Semana Santa y, como era de esperar, con un error mayúsculo de parte de las autoridades acostumbradas a mirar normas sin considerar el contexto. Quedó en evidencia un fatal cambio de horario de atención de público en el paso fronterizo de Mamuil Malal. Por esta razón, acertadamente, los representantes de los gremios y asociaciones de turismo de la zona lacustre entregaron un oficio dirigido al delegado presidencial, José Montalva, manifestando su descontento con el cambio de horario y pidiendo que se reconsidere esta medida para no afectar la economía local.
El comprensible descontento de los gremios del turismo lacustre se debe al cambio de horario de cierre de la aduana en el paso fronterizo Mamuil Malal, lo que golpea directo al mentón a la industria turística local, ya que la medida va en desmedro del turismo regional y comunal sobre todo durante los fines de semana largo y la temporada invernal.
Porque cuando hablamos de integración entre las provincias de Neuquén y Cautín, significa que debemos establecer coordinaciones entre las partes para optimizar el uso de la infraestructura pública disponible en función del transporte de carga y pasajeros, el tránsito de turistas internacionales y el libre tránsito de los ciudadanos de ambos países hacia el país vecino, ya sea por turismo o por compras de productos, que ha marcado un notable incremento considerando lo crítica que es la situación económica y de altos precios de alimentos en nuestro país.
La medida tomada por las autoridades de Gobierno ha afectado directamente la economía de las familias de Pucón que dependen en un 90% del turismo, y se teme que de no corregirse a la brevedad serán responsables del golpe letal a la economía comunal durante este invierno.
Este error es una contradicción al turismo binacional, integrado, pero de verdad. Tantos encuentros binacionales de integración entre autoridades que finalmente son sólo “juntarse a tomar café y comer galletas” porque después en la acción, no pasa absolutamente nada.
Y para que no se diga que las críticas deben siempre traer una propuesta para apoyar el turismo binacional en la zona lacustre, sugiero algunas acciones urgentes y de corto plazo;
1. Promover el turismo de invierno: se deben realizar campañas de promoción tanto en Chile como Argentina y Brasil, destacando los atractivos turísticos en esta época del año, como los deportes de nieve, las termas, los parques nacionales, la oferta gastronómica y de alojamientos, entre otros. Algo que los empresarios locales extrañan en el rol de promoción que por ley debe realizar Sernatur.
2. Impulsar paquetes turísticos binacionales, especialmente aquellos que contemplen actividades y servicios tanto en Chile como en Argentina, para promover el turismo binacional y ofrecer una experiencia integral a los visitantes. Y en esto x 2 ¿dónde está SERNATUR?
3. Fortalecer la infraestructura turística: una que permita a los visitantes disfrutar de una estadía segura. Esto incluye la mejora de caminos, señalética vial y lógicamente los pasos fronterizos. Esto es urgente todo el año.
4. Fomentar la cooperación entre países: es necesario para promover el turismo binacional. Esto implica establecer acuerdos de colaboración entre las autoridades locales, los gremios turísticos y los empresarios para trabajar en conjunto en iniciativas como ampliar los horarios de los complejos fronterizos y por qué no pensar en una frontera única, donde no se tenga que hacer los trámites dos veces.
Al parecer las autoridades desde el nivel nacional y de La Araucanía no han entendido la realidad que vive el turismo en Chile, las regiones y las comunas, que después de la Pandemia no han logrado recuperarse a las tasas de la década pasada y que están registradas en las estadísticas del INE.
Y si, para variar, ante los problemas todos decimos que con “unidad y fe, las cosas van a mejorar”, que “si tiramos para un mismo lado Pucón se va a levantar”, pero desgraciadamente no basta con afirmaciones lindas, se requiere de decisiones y acciones concretas, de lo contrario no hacernos ilusiones y mejor tomar café y comer galletas, antes que las autoridades se las coman todas.
*Sebastián Álvarez es ex concejal, ex director de Sernatur regional, ex diputado y actual precandidato a la alcaldía por Evópoli y emprendedor gastronómico.