La vida nos entrega diferentes herramientas y espacios físicos para desarrollar nuestras capacidades y talentos con el fin enfrentar el futuro. Basado en esa referencia inicial, hoy voy a mencionar la historia de un personaje que normalmente vemos en las calles céntricas de Pucón estacionando vehículos. Se trata de Eduardo Orellana (59), él es de Villarrica y durante 4 años se ha desplazado en forma cotidiana hasta Pucón para llevar a cabo su oficio.
Conversar con él me abre paso a un mundo insospechado. Su hablar denota un grado educativo que da luces a un pasado laboral totalmente diferente al que en este momento vive.
El hombre se muestra amable y mientras hace señales con sus manos a los conductores para que retrocedan, frenen o estacionen sus vehículos, Eduardo cuenta que ha sido deportista de toda una vida (desde los 7 años según recuerda), y el 2014 llegó a Pucón a correr una maratón, para posteriormente quedarse en la zona. Orgulloso dice que ha participado en diversas carreras que le han generado trofeos, medallas de oro, plata y bronce, junto a reconocimientos en distintos lugares de nuestro país, y el año 2011, en Arequipa, Perú fue subcampeón sudamericano en los 100 metros planos.
En medio de los bocinazos, los gritos de vendedores que ofrecen sus productos y el ruidoso movimiento que genera la principal arteria de la comuna, comenta que también trabaja como albañil y carpintero, y que es un hombre agradecido de la vida pues económicamente hablando, su oficio le permite juntar recursos para desplazarse a competir a otros lugares.
Ya más relajado, el hombre continúa develando parte de su vida y dice algo insospechado para mí. Al contarme que en su juventud perteneció al selecto grupo de paracaidistas “boinas negras” del ejército de Chile y que gracias a lo aprendido en esa institución, el año 1980 fue campeón Nacional y sudamericano en paracaidismo deportivo, modalidad salto libre desde los 7000 metros de altura. Dicho eso, de improviso, se provoca un lapso de silencio mientras sus ojos miran al horizonte y con un aire de nostalgia tararea una canción rememorando tiempos pasados, que están guardados en lo más profundo del baúl de sus recuerdos personales y me entona parte de una estrofa del himno de la escuela de paracaidistas, diciendo:
♪ ♫ ♩ ♬ ♭ ♮ ♯ Paracaidistas la tierra tiembla cuando su bota se posa en ♫ ella la boina negra es nuestro emblema no tengas miedo ya lo sabrás♪ ♫ ♩ ♬ ♭.
Luego de eso, hace un break, corre a estacionar dos vehículos y veo que un adulto mayor que conduce una moderna camioneta Ford 1500, antes de marcharse, en un acto de empatía, abre su ventana, le agradece y generosamente extiende su mano retribuyendo la acción con una propina. Pasado esto, don Eduardo vuelve al bandejón central donde estamos platicando y continúa contándome que como militar llegó hasta el grado de cabo primero y se retiró, ya que en el banco estado de Santiago se le presentaron mejores perspectivas económicas y pudo ingresar a laborar como mayordomo, lugar desde donde el año 1993 gracias a sus dotes atléticos, fue elegido como el mejor deportista de esa casa financiera.
El tiempo avanza mientras mi entrevistado continúa su labor en forma más activa, pues el movimiento automotriz se puso más intenso debido a que es horario de colación y en medio de carreras Eduardo, con un aire de satisfacción saca desde un bolso que porta a un costado, las medallas que obtuvo en las recientes competencias que se llevaron a cabo en Villarrica. Luego me mira, como animándome a que tome acciones deportivas, se despide de mano y sentencia: “No hay edad para hacer deporte”.
Me voy del lugar, y a la distancia lo puedo observar servicial y respetuoso, con su casaquilla color naranja fosforescente, yendo y viniendo entre los autos y por un momento me pongo a pensar en cuánta realidad hay en una de las estrofas de la canción que magistralmente interpreta Vicentico y que creo que mentalmente uds van a tararear con migo y que dice:
Los caminos de la vida
no son lo que yo esperaba
no son lo que yo creía
no son lo que imaginaba
Los caminos de la vida
son muy difícil de andarlos
difícil de caminarlos
y no encuentro la salida.
* Rodrigo Navarro es comunicador local y colaborador de La Voz de Pucón.
Llegó Semana Santa y, como era de esperar, con un error mayúsculo de parte de las autoridades acostumbradas a mirar normas sin considerar el contexto. Quedó en evidencia un fatal cambio de horario de atención de público en el paso fronterizo de Mamuil Malal. Por esta razón, acertadamente, los representantes de los gremios y asociaciones de turismo de la zona lacustre entregaron un oficio dirigido al delegado presidencial, José Montalva, manifestando su descontento con el cambio de horario y pidiendo que se reconsidere esta medida para no afectar la economía local.
El comprensible descontento de los gremios del turismo lacustre se debe al cambio de horario de cierre de la aduana en el paso fronterizo Mamuil Malal, lo que golpea directo al mentón a la industria turística local, ya que la medida va en desmedro del turismo regional y comunal sobre todo durante los fines de semana largo y la temporada invernal.
Porque cuando hablamos de integración entre las provincias de Neuquén y Cautín, significa que debemos establecer coordinaciones entre las partes para optimizar el uso de la infraestructura pública disponible en función del transporte de carga y pasajeros, el tránsito de turistas internacionales y el libre tránsito de los ciudadanos de ambos países hacia el país vecino, ya sea por turismo o por compras de productos, que ha marcado un notable incremento considerando lo crítica que es la situación económica y de altos precios de alimentos en nuestro país.
La medida tomada por las autoridades de Gobierno ha afectado directamente la economía de las familias de Pucón que dependen en un 90% del turismo, y se teme que de no corregirse a la brevedad serán responsables del golpe letal a la economía comunal durante este invierno.
Este error es una contradicción al turismo binacional, integrado, pero de verdad. Tantos encuentros binacionales de integración entre autoridades que finalmente son sólo “juntarse a tomar café y comer galletas” porque después en la acción, no pasa absolutamente nada.
Y para que no se diga que las críticas deben siempre traer una propuesta para apoyar el turismo binacional en la zona lacustre, sugiero algunas acciones urgentes y de corto plazo;
1. Promover el turismo de invierno: se deben realizar campañas de promoción tanto en Chile como Argentina y Brasil, destacando los atractivos turísticos en esta época del año, como los deportes de nieve, las termas, los parques nacionales, la oferta gastronómica y de alojamientos, entre otros. Algo que los empresarios locales extrañan en el rol de promoción que por ley debe realizar Sernatur.
2. Impulsar paquetes turísticos binacionales, especialmente aquellos que contemplen actividades y servicios tanto en Chile como en Argentina, para promover el turismo binacional y ofrecer una experiencia integral a los visitantes. Y en esto x 2 ¿dónde está SERNATUR?
3. Fortalecer la infraestructura turística: una que permita a los visitantes disfrutar de una estadía segura. Esto incluye la mejora de caminos, señalética vial y lógicamente los pasos fronterizos. Esto es urgente todo el año.
4. Fomentar la cooperación entre países: es necesario para promover el turismo binacional. Esto implica establecer acuerdos de colaboración entre las autoridades locales, los gremios turísticos y los empresarios para trabajar en conjunto en iniciativas como ampliar los horarios de los complejos fronterizos y por qué no pensar en una frontera única, donde no se tenga que hacer los trámites dos veces.
Al parecer las autoridades desde el nivel nacional y de La Araucanía no han entendido la realidad que vive el turismo en Chile, las regiones y las comunas, que después de la Pandemia no han logrado recuperarse a las tasas de la década pasada y que están registradas en las estadísticas del INE.
Y si, para variar, ante los problemas todos decimos que con “unidad y fe, las cosas van a mejorar”, que “si tiramos para un mismo lado Pucón se va a levantar”, pero desgraciadamente no basta con afirmaciones lindas, se requiere de decisiones y acciones concretas, de lo contrario no hacernos ilusiones y mejor tomar café y comer galletas, antes que las autoridades se las coman todas.
*Sebastián Álvarez es ex concejal, ex director de Sernatur regional, ex diputado y actual precandidato a la alcaldía por Evópoli y emprendedor gastronómico.
Teniendo absoluta conciencia de los problemas expuestos en la columna del lunes 3 de Abril por la llamada “crisis de las parcelas”, es que hace más de 6 años nos hemos hecho cargo, como profesionales en proponer soluciones concretas varias ya plasmadas en proyectos inmobiliarios de la zona, proyectos que demuestran que es posible hacer parcelaciones cumpliendo los estándares que se necesitan pensando en la sustentabilidad en el largo plazo.
No esperamos la ley, que suele ir más lento que las necesidades, hemos tomado acción, ofreciendo casas terminadas o parcelas, en proyectos con un real compromiso de conservación, reforestación, cuidado y protección de áreas naturales y cursos de agua. Creemos que es posible pensar en la sustentabilidad a largo plazo, educando ambientalmente e involucrando a los propietarios en la implementación de los planes de regeneración y reforestación con especies nativas, para goce de los mismos propietarios y de la comunidad.
Sabemos que es posible proteger además los cauces, esteros y fuentes de agua, incluimos piscinas y lagunas naturales (sin agentes químicos), tratándolas con jardines depuradores y organizar huertas orgánicas, bosques comestibles y protección de fauna nativa, generando intersticios (separación entre parcelas para que cruce la fauna nativa entre las parcelas) y fomentando el no uso de cercos, para facilitar su libre tránsito. Debemos promover el uso de paneles solares y así minimizar el estrés del actual sistema de distribución y darle prioridad a las fuentes energéticas sustentables.
Debemos considerar, además, servicios públicos y privados cercanos a los proyectos para evitar grandes desplazamientos que imponen mayor presión al caos vial que vive nuestra comuna. Creemos que estos estándares son un mínimo para proyectar a Pucón como una fuente habitacional sustentable .
Muchos de nosotros tuvimos la oportunidad de migrar desde las grandes ciudades a Pucón u otras comunas pequeñas, para privilegiar calidad de vida, más tiempo con nuestras familias, gozar de la naturaleza y un entorno sano. No es justo proponer prohibiciones, para quienes en el futuro quieran legítimamente tomar la misma decisión, con propuestas discriminatorias, que usando argumentos medioambientales, plantean: “Yo sí puedo habitar este territorio, pero nadie más”.
De alguna manera todos impactamos el lugar donde vivimos, por lo que debemos aspirar a que ese impacto sea lo más consciente y responsable posible y logremos mitigar y compensar con ideas creativas e innovadoras, que cuiden nuestros recursos naturales e incluso logren reparar nuestro medio ambiente.
Queremos sentar las bases de un nuevo estándar en desarrollo inmobiliario y que ese espíritu se replique en otras áreas como el comercio, la construcción, el turismo, etc. Somos privilegiados y junto a la comunidad y a las autoridades locales, queremos conservar este privilegio para el futuro de todos.
*Fernando Lepe es arquitecto paisajista de la Jhon Brokes University (Inglaterra) y Jaime Graf es ingeniero comercial de la U. de Chile. Ambos fundaron O42, oficina de desarrollo sustentable en Pucón.
Siguiendo con nuestra temática centrada en nuestro maravilloso otoño en La Araucanía lacustre les quiero contar de una de las experiencias más novedosas que hay en la zona. Por estos lados hay mucho de donde elegir para realizar actividades relacionadas al turismo: ascensiones al volcán, ráfting, cabalgatas, termas etc. las que corresponden a un turismo más bien tradicional en el cual salvo algunos matices la oferta es bastante similar; es por esto que es muy interesante ver como se han ido generando algunas actividades que van orientadas a que los asistentes puedan vivir una experiencia que mezcla lo vivencial con lo educativo, pero basado en el territorio y con un fuerte énfasis en los alimentos silvestres.
Es con esta idea que en el año 2019 nace Diarios de Otoño de manos de Rosario Valdivieso, Antonia Barreau y Silvia Lazzarino. Esto con la intención de crear una experiencia profunda en la que los asistentes pudiesen experimentar de primera mano lo que significa la recolección guiada por nuestro bosque, el registro de lo aprendido y la utilización de los productos.
La de este año es la 5ta edición y contará con la participación de Viviana Salazar, magíster en Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, quien guiará la recolección de hongos y Patricia Ayelef, cocinera mapuche quien estará cargo de mostrar la cocina tradicional pehuenche.
Este año Diarios de Otoño se realizará del 17 al 21 de mayo y serán 5 días de actividades en donde el objetivo es que los asistentes compartan entre ellos y descubran nuestros bosques a través de la observación, recolección, ilustración y preparación de lo que nos entrega el bosque como un paisaje alimentario. La experiencia incluye el alojamiento, traslados y comidas. Los invito a ser parte de esta experiencia. Si te gusta la cocina tradicional y local; esta es la oportunidad.